Las estadísticas sobre las víctimas de bullying en las instituciones educativas aumentan año a año. Cuando hablás con amigos, todos o casi todos tienen algo que contar, todos han vivenciado en algún momento una escena de bullying, ya sea como víctimas, como victimarios o como “simples” testigos. Sin embargo, muchas veces se lo interpreta como algo “cotidiano”, no se le da la relevancia pertinente. Se lo vuelve anécdota. Si en algún momento te pusiste a pensar: “qué puedo hacer para evitar el bullying, qué puedo hacer para que la relación con mis amigos sea una relación profunda y verdadera”, te invitamos a que reflexionemos juntos. ¿Qué sucedería si por una vez, por una sola vez, pensamos que quizás el problema no lo tenga la víctima?