Publicado en Colegio, el jueves 11 de marzo de 2021

Comenzaron las obras de reparación y recuperación de la mansarda central del edificio del Colegio, que se encuentra muy deteriorada por el paso del tiempo. Se trata de una obra muy esperada, que eliminará los riesgos de desprendimiento y detendrá las filtraciones de agua que afectan los espacios interiores del edificio, como el Aula Magna y la Biblioteca. Además, le devolverá a la construcción su aspecto original.

El esfuerzo de gestión está a cargo de la Asociación Cooperadora Amadeo Jacques, al igual que en obras anteriores de refacción y puesta en valor de distintas partes del Colegio. La empresa Dörfler, la más prestigiosa del país en el rubro -que participó de la restauración  del Congreso, y del CCK, entre otros- será la encargada de los trabajos.

La recuperación de la mansarda tendrá dos etapas. Esta es la primera, que durará 170 días. Se dispusieron escaleras externas y sanitarios químicos para evitar la circulación de operarios dentro del edificio. Aquí puede verse el proyecto completo. Además, quienes quieran colaborar económicamente para la segunda etapa, pueden hacerlo en el Fondo Permanente de Obras de Cooperadora, desde este link. 

La obra, en palabras de Guillermo Rosenbaum, presidente de la Cooperadora:

  • ¿Hace mucho se esperaba por esta reparación? ¿Por qué es importante?

La mansarda del Colegio está muy deteriorada por el paso del tiempo. En los últimos años, hubo desprendimientos de las chapas de zinc, que estaban muy oxidadas, y en una ocasión cayeron chapas a la vereda, algo muy peligroso. Además, hay continuas filtraciones que impactan en los salones internos del Colegio, como el cielorraso del Aula Magna, la Biblioteca y el gabinete de informática. 

En 2016 se sacó todo lo que estaba flojo y se colocó una lona para evitar que entre el agua de lluvia y evitar nuevos desprendimientos, pero en el momento en que esa tela se rompiera, el agua podía volver a penetrar hasta el subsuelo del edificio, como ya ha pasado. Desde ese momento estamos buscando juntar fondos para esta reparación. 

  • ¿Cómo se logró reunir el dinero?

 Fue un esfuerzo grande y vino de múltiples fuentes. En primer lugar, había fondos de una campaña anterior para la construcción del gimnasio cubierto. Como eso había quedado suspendido y se resolvió a través de un convenio entre el GCBA y la UBA para que lo construyera la Corporación Puerto Madero, convocamos a esos donantes a una asamblea y les ofrecimos destinar ese dinero para recuperar la mansarda.

En segundo lugar, acudimos al Mecenazgo del Gobierno de la Ciudad, que aportó otra parte importante del dinero que necesitábamos. Y finalmente, todo se completó con un fondo que nosotros tenemos habilitado desde la Cooperadora: el FONDO PERMANENTE DE OBRAS, que hoy tiene 300 aportantes que colaboran todos los meses. Para esta primera etapa de la obra, destinamos lo recaudado ahí en los últimos dos años.

  • ¿Cuáles son las dos etapas de la reconstrucción y cómo se puede colaborar?

Ahora estamos encarando la primera etapa, que es la reconstrucción de todas las tejas, de todas las zinguerías, y la reparación del techo de la cubierta, aunque no su reemplazo, que sería parte de una segunda etapa. Lo que haremos ahora va a detener el agua y va a detener los peligros de desprendimiento, pero lo ideal sería continuar y completar el trabajo en un futuro cercano.

Para la segunda etapa, estamos abiertos a recibir colaboraciones en nuestro Fondo Permanente de Obras. Sólo tienen que completar sus datos en este link y seleccionar el monto a donar.